viernes, 18 de noviembre de 2016


ACTIVIDAD P2P. BLOQUE 2. ANÁLISIS DE CASO Nº 3. AISLAMIENTO Y RECHAZO.


Antes del análisis del caso y de la intervención sobre el mismo os dejo un vídeo para poder entender mejor está situación. Dura tan sólo un minuto.
Osynlig (La chica invisible) Del Blog Materiales para la convivencia escolar.

ANÁLISIS DEL SOCIOGRAMA

  • La plataforma nos plantea el sociograma de un aula de 29 alumnos de edad media de 12 años. De esos 29 alumnos, 19 son chicos y 10 son chicas.
  • Nos informa además que el ambiente en el grupo en general es muy bueno, aunque se producen de forma puntual algunos conflictos entre compañeros. 
  • En general hay muchos niños con amigos entre los compañeros de clase. 
  • Estas características del aula permiten que haya buen ambiente y sea relativamente fácil estudiar y dar la clase.
  • De los 29 alumnos hay 5 que se reflejan y son elegidos por los demás como amables, respetuosos y que ayudan a los demás, destacando dos de ellos: el 20 y el 26.
  • No se refleja por parte de ningún alumno la existencia de bullying.
  • Analizando las relaciones que se establecen después de la realización del sociograma se observa: 
    • Varios casos de posible aislamiento, ya que no votan por sentarse con nadie y nadie les vota a ellos.
    • El caso de un alumno (el número 13) que sí quiere sentarse con un compañero y es votado de manera recíproca. Pese a esto, presenta el rechazo de un gran número de compañeros. Este dato es muy significativo, al no elegir el alumno nada más que a un compañero prosocial para compartir mesa y ser rechazado por 11 compañeros del grupo.
DETECCIÓN DEL PROBLEMA

El sociograma nos plantea la no existencia de acoso, reflejado además por los propios alumnos; pero si se analiza se detecta la existencia aislamiento o rechazo de cuatro alumnos. El objetivo por tanto es averiguar que está ocurriendo con estos alumnos para que estén en dicha situación de rechazo o aislamiento, aunque el grupo solo manifiesta la existencia de algunos problemas en el aula, sin centrar los mismos.

INTERVENCIÓN

Se debería en primer lugar realizar entrevistas con aquellos alumnos que aparecen como rechazados o aislados del grupo. Sería conveniente que dichas entrevistas fueran realizadas por el tutor, como profesor más cercano a dichos alumnos u otro profesor que tenga cercanía con los mismos.Se intentaría recabar a partir de estas entrevistas los datos necesarios para saber cómo se sienten dichos alumnos; el tiempo que están experimentado esta situación (si la están percibiendo como tal); las causas que ellos creen que producen el aislamiento; las posibles amistades dentro del grupo e incluso sin han hablado con sus familias sobre el tema.

Una vez profundizado el equipo directivo debe estar informado del caso, así como del plan de trabajo que se vaya a realizar con dichos alumnos, en los que tendrá que intervenir el profesorado que imparte clase en el grupo y recibir indicaciones y  apoyo por parte del profesorado de orientación.

Aunque en este caso no existe una situación de acoso cómo tal, es muy importante la PREVENCIÓN, interviniendo con precocidad en este grupo para evitar que los alumnos con problemas de rechazo o aislamiento puedan sufrir algún tipo de acoso. A raíz de esta reflexión sería interesante recabar información también desde el punto de vista familiar, para valorar si las relaciones que establecen estos alumnos fuera del centro escolar son parecidas a las que viven en el aula, que rol juegan dentro de su grupo de iguales o en su relación con los adultos. En estas reuniones con las familias no hay que propiciar el miedo en las mismas. No hay que asustarlas, pero si ponerlas en perspectiva sobre las relaciones de su hijo en el centro, compararlas con las que establezca fuera y establecer una línea común de actuación para favorecer las habilidades sociales de sus hijos.

A partir de este acercamiento con dichos alumnos y sus familias yo centraría mi plan de actuación en actividades que favorezcan las relaciones sociales y cooperativas en el aula, a nivel de todo el grupo y utilizando además la colaboración de los alumnos prosociales que aparecen reflejados en el sociograma. ¿Qué podemos plantearnos entonces? El plan de actuación.

PLAN DE ACTUACIÓN

  • Entrevistarnos con los alumnos prosociales (más amables), para recabar información sobre el problema que se está planteando en el grupo, como lo perciben ellos y pidiendo su colaboración en las tareas de apoyo y seguimiento de dichos alumnos. Al tratarse de "líderes" bien valorados y positivos nos podemos beneficiar del rol que ocupan en el grupo y hacer que "tiren" de esos alumnos incluyéndolos  dentro de su entorno, tanto a nivel escolar como fuera del mismo.
  • Diferentes actuaciones que permitan fomentar en el grupo habilidades sociales. Se pueden realizar multitud de actividades como: juegos para trabajar la empatía y diferentes sentimientos, dramatizaciones, actividades de trabajo cooperativo en el aula, actividades por parejas aleatorias, lecturas que trabajan valores de igualdad y no rechazo...
  • Valorar la posibilidad de asignarles a los alumnos aislados un compañero-tutor, tanto en las actividades del aula como en los momentos de recreo.
  • Analizar la distribución espacial del aula y del mobiliario del mismo. Habría que ajustar, si no existiese una buena distribución, el espacio de clase para que se favorezca el trabajo cooperativo, permitiendo la construcción de grupos-base (4-5 alumnos máximo) que permitan la mezcla heterogénea del alumnado de la clase.
  • Realización de actividades que favorezcan la autoestima de los alumnos en riesgo. Se observarán sus puntos fuertes (algún deporte, artes, matemáticas...) y se propondrán actividades en las que dichos alumnos se encuentren cómodos e incluso lideren o manejen la actividad propuesta, haciéndose así más visibles al resto de los compañeros, reforzando su autoestima y concepto de sí mismo.
  • No dejar de solucionar ningún problema que se plantee en el grupo, aunque tengamos que sacar tiempo de diferentes sesiones, más aún, cuando en dichos problemas estén involucrados los alumnos en riesgo.



SEGUIMIENTO DE LA INTERVENCIÓN

Tan importante como llevar a cabo una detección precoz de los casos de aislamiento y poner rápidamente en marcha el plan de actuación es realizar un seguimiento del mismo, para subsanar posibles errores en su planteamiento y ver cómo evolucionan los problemas detectados. ¿Cómo podemos realizar dicho seguimiento?
  • La observación directa del comportamiento de los alumnos rechazados, no solamente por el tutor, sino por todo el profesorado participante y en todos los ámbitos escolares: aula, recreos, comedor, cambios de clase...
  • Reunirnos periódicamente con el alumnado que se siente aislado para ver cómo se están sintiendo y valorar el resultado de las actividades que se están realizando.
  • Reuniones periódicas de todo el profesorado que participa en este plan de intervención, incluyendo a los profesores de orientación para que canalicen el proyecto. Al principio semanal o quincenalmente y que se irán alargando en el tiempo, dependiendo de la evolución.
  • Si nos hemos reunido con las familias en la fase previa al proceso de intervención, sería bueno realizar alguna otra entrevista con las mismas para ver como están percibiendo ellas la puesta en marcha del plan de intervención: tanto a nivel del alumno en el centro, como a nivel familiar y social.
  • Realización de alguna actividad que nos pueda servir como evaluación del plan de intervención, como por ejemplo: el abanico de las cualidades positivas (en un papel doblado como un abanico y con el nombre de cada alumno, se va pasando de uno en uno para que los demás pongan cualidades positivas de todos los demás)
  • Creación de un buzón de sugerencias anónimo que pueda utilizarse semanalmente para exponer problemas e intentar solucionarlos.
  • Volver a realizar el sociograma, tras un tiempo prudencial de actuación, para ver posibles cambios en las relaciones del grupo.
  • Autoevaluar nuestras actuaciones en el aula, para evitar que inconscientemente podemos aumentar el rechazo hacia esos alumnos. Nos podemos plantear la posibilidad además de cambiar nuestra metodología de trabajo, y apostar por un método de TRABAJO COOPERATIVO, que favorece el respeto por las diferencias, en el que se valora como positiva la heterogeneidad del grupo y en el que se persigue una meta colectiva que requiera la responsabilidad tanto individual como del grupo para conseguirla.

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